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Bolivia apuesta por la energía eólica con proyectos de parques generadores eléctricos

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El trabajo recién comienza. El primer parque se construyó en Cochabamba, el cual aporta 27 megavatios (MW) de generación eléctrica; están en construcción los de Warnes, de San Julián y de El Dorado, en Santa Cruz, que inyectarán 108 MW, y próximamente iniciará la ejecución de La Ventolera en Tarija, que está en etapa de licitación.

Eliana Ferrufino A.

Bolivia, al igual que otros países en el mundo, ha apostado por las energías renovables no convencionales y, desde el 2014, ha ingresado a la era de la energía eólica, con la construcción del primer parque generador que inyecta recursos limpios al sistema eléctrico. Actualmente, en el departamento de Santa Cruz se están desarrollando tres proyectos más para seguir impulsando la iniciativa, que va acorde a la premisa de proteger el medio ambiente y la Madre Tierra.

“El país cuenta, desde 2014, con el Parque Eólico Qollpana, ubicado en el municipio Carrasco del departamento de Cochabamba; el 2016 se ejecutó la segunda fase de este proyecto, incrementando su capacidad instalada de generación de 3 MW a 27 MW. Este parque cuenta con 10 aerogeneradores”, afirmó el ingeniero Gerardo Borda Zenteno, gerente general de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) Corani.

Actualmente, continuó Borda, se encuentra en ejecución el proyecto eólico en Santa Cruz, que contempla la construcción de tres parques eólicos en ese departamento, que entre todos aportarán 108 MW de energía limpia y renovable al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

Por otro lado, Tarija inyectará 24 MW al Parque Generador Eléctrico Boliviano a través de la implementación del proyecto La Ventolera, que se emplazará en el municipio Uriondo, de la provincia José María Avilés, en la comunidad Angostura de Tarija.

Sobre la inversión de un proyecto eólico, aseveró que es variable de acuerdo con las características de cada parque.

En Qollpana, por ejemplo, los dos aerogeneradores de la primera fase tienen una capacidad de 1,5 MW cada uno, mientras que los ocho de la segunda fase son de 3 MW. En cambio, en los parques de Santa Cruz, los aerogeneradores son de 3,6 MW. “Qollpana en sus fases I y II tuvo una inversión superior a los 55 millones de dólares, y los tres parques en el departamento cruceño tendrán un costo cercano a los 194 millones”, dijo Borda.

Para el ingeniero Miguel Fernández Fuentes, director de la Organización No Gubernamental (ONG) Energética, la energía eólica es una fuente que está empezando a utilizarse recién, está en pleno desarrollo. Hasta ahora, solo hay un parque de 26 MW en Cochabamba, pronto ingresarán 110 MW de energía eólica en Santa Cruz y se tiene planeado algunos proyectos adicionales identificados.

“Los parques muestran el potencial de la energía eólica en Bolivia, que la tecnología está madura y que si se quiere explotarla será necesario un impulso muy fuerte para realizar inversiones en este campo. Como se sabe, el precio de la energía eléctrica en el país está dominado por el de Gas Natural, que a nivel nacional es muy bajo, razón por la que la electricidad es muy barata en comparación a otros países”, expresó Fernández.

Actualmente, en el país existe una capacidad instalada de casi 3350 MW de generación eléctrica: la energía eólica llega a 26 MW (a los cuales se sumaría los 108 MW en construcción en Santa Cruz), la energía solar alcanza a 165 MW, la biomasa 47 MW y las hidroeléctricas a 735 MW. El resto, cerca de 2377 MW son plantas de Gas Natural en su mayoría y algo de diésel.

Parques eólicos en Santa Cruz
El gerente general de ENDE Corani explicó que el Proyecto Eólico Santa Cruz se encuentra en ejecución, las obras se retomaron tras casi un año de inactividad debido a las restricciones de la pandemia y las decisiones técnicas adoptadas por el gobierno transitorio. Se estima que el primero de los tres parques ingrese en funcionamiento entre mayo y junio de este año, los otros dos posteriormente en los siguientes meses.

Sobre el aporte de energía, indicó que el Parque Eólico Qollpana, el cual se encuentra en funcionamiento, tiene una capacidad instalada de 27 MW.
“Los parques que están en construcción en Santa Cruz tendrán la siguiente capacidad instalada a partir de que entren en operación: Warnes, 14,4 MW; San Julián: 39,6 MW; El Dorado: 54 MW”, destacó.
Además, aclaró que ENDE Corani es la única filial de ENDE Corporación que ha incursionado en la generación de energía eólica. Tras la primera experiencia en Qollpana, el personal ha ido especializándose en esta tecnología, razón por la que ENDE ha confiado el Proyecto Eólico Santa Cruz a esta filial.

Construcción, materiales y tecnologías
Según Borda, la ejecución de un parque eólico involucra varios puntos: la fase de diseño, la búsqueda de financiamiento, el proceso de licitación y la fase de construcción que contempla, las obras civiles (caminos de acceso, fundaciones de aerogeneradores, cimentaciones, entre otros) y el montaje electromecánico.

“En general, durante la fase de ejecución, propiamente en obras civiles, se utiliza mano de obra local y empresas locales, asimismo dentro la provisión de materiales, la mayoría son importados, toda vez que como país no producimos estos materiales”, dijo.

Los aerogeneradores y todos sus componentes son importados, las características varían de fabricante a fabricante. El tiempo de ejecución de un parque eólico está definido en función del número de aerogeneradores, mismo que puede demorar un par de años, como es el caso de los eólicos de Santa Cruz.

En cuanto a las tecnologías empleadas, detalló que Bolivia cuenta con aerogeneradores de la línea Goldwind, Enercon y actualmente se vienen instalando de la línea Vestas; cada fabricante presenta características distintas en cuanto a potencia, altura al buje, diámetro de las palas, entre otros.

Impacto ambiental y cualidades del área
“Los proyectos eólicos tienen un bajo impacto ambiental, toda vez que el área que se requiere para su emplazamiento es mínima, pero esto no implica que no se cumpla con la normativa ambiental. Es así que todos los proyectos eólicos cuentan con las fichas ambientales respectivas, al igual que la licencia ambiental correspondiente”, expuso el ingeniero Borda.

A su turno, Fernández se refirió al potencial eólico en Bolivia. “Existe el potencial, pero está circunscrito a determinadas regiones, como ser el corredor de viento entre Cochabamba y Santa Cruz, donde están ubicados los actuales parques. En Tarija también se ha identificado potencial. Finalmente, en el Altiplano existe algo de potencial eólico, pero juega en contra la altura, el aire es menos denso y, por tanto, tiene menos empuje”, manifestó.

El viento a 10 metros por segundo en Santa Cruz o Cochabamba produce mucha más energía que el viento a la misma velocidad, pero en el Altiplano. Otro problema es la excesiva localidad del viento, es decir, en cientos de metros puede cambiar las condiciones, debido a circunstancias específicas del terreno, obstáculos o construcciones que hubiese. “Si se compara el potencial eólico con el potencial solar o hidroeléctrico, se podrá observar la gran diferencia. Aun así, el potencial eólico es importante”, recalcó.

Miguel Fernández – Director de Energética

“Debemos dejar los combustibles fósiles y volcarnos a las energías renovables”

Energética y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WW, por sus siglas en inglés) realizaron un estudio sobre la transición energética en Bolivia. Entre los puntos más importantes del documento resaltan: el país debe establecer una estrategia para llegar a ser neutros en carbono en el sector energético en 2050: debemos dejar los combustibles fósiles y volcarnos a las energías renovables.
El segundo punto es que se debe electrificar la economía, es decir la electricidad debe ser una parte sustancial en todos los sectores de la economía (viviendas, comercio, transporte, industria). El tercer punto es que la base de la futura matriz energética al 2040 serán las energías solar, hidroeléctrica y en menor medida el gas natural y la eólica. Se debe recalcar que sin hidroeléctricas con represas que permitan regular la generación de energía, no será posible aprovechar las fuentes intermitentes como son la solar y la eólica.
Finalmente, el último punto muestra que, para lograr la neutralidad de carbono, es necesario una serie de políticas públicas que alienten su desarrollo y se combinen con medidas de eficiencia energética y desarrollo limpio. También es preciso discutir los alcances económicos de lo que representan estas fuentes de energía en el presupuesto general de la nación, cuando ya no utilicemos Gas Natural como se hace ahora.
De acuerdo con el estudio, para el año 2040 el sector eléctrico tendrá una dimensión de casi 10 veces más grande de lo que es hoy. Las proyecciones indican que el sector eléctrico demandará 28.000 MW de potencia instalada, de la cual el 73% será energía renovable (solar, hidroeléctrica, eólica) y el restante será todavía Gas Natural, que con seguridad al año 2050 será reemplazada por fuentes renovables. Para lograr este cambio, necesitamos que todos los actores y, sobre todo, la sociedad esté consciente del cambio que hay que realizar.

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