En un contexto de calor extremo, lluvias intensas y expansión urbana acelerada, como en Santa Cruz, las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) emergen como una respuesta inteligente y sostenible. Permitir que la naturaleza vuelva a ser parte del diseño urbano no es una tendencia, sino una necesidad para garantizar el bienestar y la resiliencia de las ciudades.
Las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) están transformando la manera en que concebimos nuestras ciudades. Inspiradas en la propia sabiduría del planeta, estas estrategias trabajan con la naturaleza —no contra ella— para resolver desafíos urbanos, ambientales y sociales de forma sostenible.
Las SbN son, en esencia, infraestructura viva: sistemas que purifican el aire, regulan la temperatura, filtran el agua y devuelven equilibrio a los entornos urbanos. “En esencia, es permitir que la naturaleza vuelva a ser parte del diseño de nuestras ciudades”, sostiene Claudia Jáuregui, presidente ejecutiva de Jardín Exótico, empresa dedicada a la construcción de Jardines Verticales.
En las últimas décadas, las ciudades han crecido más rápido de lo que su entorno puede soportar. La expansión del concreto ha desplazado árboles, suelos fértiles y biodiversidad. En este sentido, Jáuregui indica que la naturaleza no es un lujo, sino la infraestructura más eficiente, resiliente y regenerativa que tenemos.
La ejecutiva señala que ejemplos de países como Brasil, Colombia y Chile demuestran que la vegetación puede reducir hasta en 5 °C la temperatura urbana, disminuir el estrés térmico y mejorar la salud mental de la población.

En Santa Cruz, donde el calor extremo y las lluvias torrenciales son cada vez más frecuentes, estas soluciones se convierten en una alternativa real para mitigar los impactos del cambio climático y aliviar la presión sobre los sistemas de drenaje.
Cada metro cuadrado de vegetación cuenta: ayuda a capturar carbono, a reducir el efecto de “isla de calor” y a promover la infiltración del agua de lluvia. Integrar la naturaleza en la planificación urbana no solo mejora la calidad ambiental, sino también la calidad de vida.
“Invertir en naturaleza no es un gasto, es un seguro climático para el futuro”, asegura Jáuregui. Las ciudades que comprendan esto estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del mañana, construyendo espacios más saludables, sostenibles y llenos de vida.
Jardín Exótico: pioneros en infraestructura verde
En Bolivia, una empresa que encarna esta visión es Jardín Exótico, que ha implementado jardines verticales y techos verdes que hoy transforman el paisaje urbano del país. Uno de sus proyectos más emblemáticos es el Jardín Vertical de Intower, en el Urubó: más de 450 m2 de vegetación viva que purifican el aire, reducen la temperatura y se convirtieron en el tercer jardín vertical más grande de Latinoamérica. La obra fue distinguida por su integración armónica con el entorno paisajístico, demostrando que incluso una fachada puede convertirse en un pulmón verde para la ciudad.
“Cada proyecto es un microecosistema que demuestra que incluso una fachada puede convertirse en un pulmón verde para la ciudad”, destaca la presidente ejecutiva de Jardín Exótico. Bajo el enfoque de las SbN, la empresa diseña y construye jardines verticales, techos verdes, espacios paisajísticos sostenibles y restauraciones urbanas. Cada proyecto nace con un propósito: reconectar a las personas con la naturaleza, combinando diseño, ingeniería verde y botánica aplicada para crear espacios funcionales, bellos y ambientalmente eficientes.
Lo que diferencia a Jardín Exótico es su coherencia entre belleza, ciencia y sostenibilidad. No solo construyen jardines: regeneran ecosistemas urbanos. Sus proyectos están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incorporando criterios técnicos, ecológicos y sociales. Además, el 70% de su equipo está conformado por mujeres, reflejando un fuerte compromiso con el liderazgo femenino y el trabajo digno en el sector verde.
Una invitación a sembrar cambio
Incorporar la naturaleza no requiere grandes inversiones. “Todo cambio comienza con una semilla”, señalan desde Jardín Exótico. Desde colocar plantas en interiores hasta instalar jardines verticales o techos verdes, cada acción cuenta. Las empresas pueden reducir su huella ambiental y mejorar el bienestar de su equipo integrando vegetación en sus espacios de trabajo.
La naturaleza no distingue escalas: cualquier espacio puede ser transformado y adaptado.

