Las empresas están cada vez más alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsadas por exigencias de mercados internacionales y consumidores locales más conscientes.
En la última década, la RSE en Bolivia ha mostrado una evolución notable. De ser una práctica centrada principalmente en la filantropía y acciones aisladas, ha transitado hacia estrategias integrales que priorizan la sostenibilidad y el desarrollo a largo plazo. Hoy, las empresas bolivianas están adoptando enfoques más proactivos, integrando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en sus operaciones y buscando un impacto positivo en lo social, ambiental y económico, indica Rodrigo Magariños, gerente RSE del IBCE.
Sectores como la agroindustria, minería y banca han sido pioneros en incorporar principios responsables. Asimismo, normativas legales han promovido que las empresas incorporen sus compromisos con la sostenibilidad.
Además, los requisitos internacionales para exportaciones han impulsado a muchas empresas a trabajar en sus cadenas de valor para cumplir con criterios responsables, fortaleciendo su competitividad global.
RETOS EN LA IMPLEMENTACIÓN DE LA RSE
Recorrer el camino hacia la implementación exitosa de iniciativas de RSE es posible, aunque no está libre de desafíos. Magariños identifica los principales retos en la implementación de la RSE en Bolivia:
• Limitaciones económicas: Algunas empresas carecen de recursos financieros para implementar programas sólidos y sostenibles.
• Falta de conocimiento y capacitación: Muchas empresas todavía perciben la RSE como una carga adicional, y no como una inversión estratégica para fortalecer su competitividad.
• Incentivos insuficientes: Aunque existen normativas que promueven la RSE, los beneficios fiscales y legales aún son escasos y poco atractivos para las empresas.
• Problemas culturales: La percepción de la RSE como responsabilidad exclusiva de grandes corporaciones limita su adopción en sectores más pequeños.
• Complejidad en cadenas de suministro: Monitorear y garantizar prácticas éticas en todos los niveles de la cadena sigue siendo un desafío significativo, especialmente en sectores agroindustriales y manufactura.
A decir de Magariños, en los próximos cinco años se proyecta un crecimiento significativo de la RSE en el país, con mayor adopción de estándares internacionales y uso de tecnologías para la sostenibilidad. “Las empresas estarán cada vez más alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsadas por exigencias de mercados internacionales y consumidores locales más conscientes”, agrega.
Existe una relación directa entre la RSE y el cumplimiento de los ODS, ya que las prácticas responsables suelen abordar problemáticas que los ODS buscan resolver. En Bolivia, ejemplos concretos incluyen:
• ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico): Empresas agroindustriales que erradican el trabajo infantil contribuyen a este objetivo, como los ingenios azucareros con la certificación Triple Sello.
• ODS 13 (Acción por el clima): Empresas del sector energético y agroindustrial implementan prácticas para reducir su huella de carbono y mitigar el cambio climático.
• ODS 5 (Igualdad de género): Algunas instituciones bancarias han creado programas para fomentar la inclusión financiera de mujeres emprendedoras.
ÁREAS SOCIALES PRIORITARIAS
La RSE tiene las siguientes áreas sociales prioritarias en Bolivia:
• Educación: Considerada fundamental para el desarrollo de una sociedad. Destacan programas que proporcionan acceso a tecnología y becas educativas.
• Salud: Programas enfocados en salud preventiva y comunitaria.
• Erradicación del trabajo infantil: La certificación boliviana del Triple Sello ha permitido cambiar y contribuir al respeto de los derechos humanos, laborales y de la niñez y adolescencia en el sector cañero mejorando las condiciones de vida de familias rurales.
• Empoderamiento femenino: Programas de formación dirigidos a mujeres emprendedoras y personal femenino en las empresas.

