
Empresas de diferentes rubros gestionan sus operaciones reconociendo los intereses de los públicos con los que se relacionan.
Verónica Muriel C.
La RSE en Bolivia es un tema de interés y compromiso para muchas empresas y organizaciones que buscan contribuir al desarrollo sostenible del país.
A decir de Rodrigo Magariños, gerente de RSE del IBCE, la responsabilidad social implica entender las operaciones de la empresa y los impactos generados, superando incluso lo establecido por la ley. Busca un retorno económico, social y ambiental, y todas las acciones deben contar con métricas para evaluar su desempeño.
“Es esencial que las empresas adopten un enfoque consciente y estratégico al abordar estas prácticas para lograr un impacto significativo y coherente”, indicó Magariños.
Para Heiver Andrade, director de la Fundación Amigarse, la RSE es la responsabilidad de una organización por los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan sobre la sociedad y el medio ambiente. Requiere de un comportamiento transparente y ético que contribuye al desarrollo sostenible, incluida la salud y el bienestar de la sociedad; pero fundamentalmente toma en cuenta las expectativas de las partes interesadas, está impregnada en toda la organización y se practica en sus relaciones. Además mide sus impactos.
RSE EN BOLIVIA
En 2008, la Corporación Boliviana de RSE (COBORSE) llevó a cabo un análisis de la situación de la RSE en Bolivia. Una década después, en 2018, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) llevaron a cabo un estudio similar, ofreciendo así la perspectiva más reciente sobre el estado de la RSE en el país.
A lo largo de estos años, la RSE ha experimentado notables avances en Bolivia. Sin embargo, el estudio de 2018 señala que estas mejoras han sido acompañadas por una limitada difusión de las buenas prácticas, evidenciando una necesidad de mayor socialización.
Se destaca la importancia de establecer alianzas entre las empresas, un factor crucial para contribuir de manera más efectiva en los campos donde desarrollan sus prácticas responsables. “La generación de estas alianzas no solo promoverá la colaboración entre las empresas, sino que también maximizará los beneficios derivados de sus iniciativas de RSE”, expresó el gerente de RSE del IBCE.
OPORTUNIDAD PARA REINVENTARSE
Heiver Andrade sostiene que aunque la coyuntura política, económica y social del país no es de las mejores, la RSE tiene la virtud de comulgar con la ética y el desarrollo sostenible, eso hace que el contexto actual sea más bien una oportunidad para reinventarse, innovar y trabajar disruptivamente en temas nuevos, de manera diferente y alineado con las tendencias.
El sector que más destaca en la implementación de acciones de RSE es el financiero, por el mandato de la ASFI que los obliga, después están empresas de diferentes sectores, como Repsol, Total, Coca Cola, Nestlé, AGUAI, Guabirá. Existen algunas otras que empiezan a nacer impregnadas de la filosofía de economía circular, como MAMUT, Hidrobag, Empacar.
En el sector de la construcción, todavía es un pendiente, si bien a la fecha existen algunas certificaciones verdes que están alineadas con la sostenibilidad, falta todavía avanzar en indicadores con su público interno, proveedores, comunidad, derechos humanos. Al ser un sector especial al igual que el financiero, urge trabajar con normativas e indicadores específicos que permitan medir con claridad sus impactos.
Magariños destaca que el sector de la construcción en Bolivia está dando sus primeros pasos en la implementación de criterios de RSE. Algunas empresas constructoras ya están considerando el uso de tecnologías y materiales respetuosos con el medio ambiente. Además, hay proyectos habitacionales que van más allá, diseñando acciones que contribuyen a diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), centrándose en áreas como salud, transporte, agua, vegetación, entre otros.
«Debemos estar comprometidos por un desarrollo económicamente viable, ambientalmente sostenible y socialmente responsable” – Rodrigo Magariños, gerente de RSE del IBCE
DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS DE LA RSE
Hoy la economía circular se impone en todos los sectores, el futuro debe ser circular o no habrá futuro, el riesgo planetario será cada vez más evidente. Por otro lado, las empresas tienen que empezar a aprender a –conocer-medir-gestionar- su huella ecológica. El desafío es llegar al 2050 con carbono neutro, varias empresas ya tienen toda una estrategia y están avanzando hacia esa meta.
Finalmente; los riesgos globales también marcan el camino de los desafíos que se debe enfrentar, según Andrade. Por ejemplo; empezamos a vivir una crisis del costo de vida, eventos climáticos extremos, erosión de la cohesión social y polarización, daños ambientales a gran escala, crisis de los recursos naturales y migración involuntaria a gran escala. Es en estos temas que las empresas deben poner especial atención dentro de sus estrategias.
OPORTUNIDADES Y VENTAJAS
Las empresas socialmente responsables tienen varias oportunidades y ventajas significativas, de acuerdo con Magariños son las siguientes:
Reputación y Credibilidad: La RSE fortalece la imagen de la empresa, generando confianza y credibilidad entre los consumidores, inversores y la comunidad en general.
Acceso a Mercados y Clientes: Muchos consumidores prefieren apoyar a empresas que demuestran responsabilidad social, lo que puede traducirse en mayores oportunidades de mercado y lealtad del cliente.
Atracción y Retención de Talento: Las empresas socialmente responsables son más atractivas para empleados potenciales, y tienden a retener mejor a su talento actual, ya que muchos trabajadores buscan un propósito más allá del salario.
Innovación y Eficiencia: La RSE impulsa la innovación al fomentar prácticas empresariales más sostenibles y eficientes, lo que puede conducir a la reducción de costos a largo plazo.
Cumplimiento Normativo: Adoptar prácticas socialmente responsables ayuda a las empresas a cumplir con las regulaciones y normativas gubernamentales, evitando posibles sanciones y mejorando la relación con las autoridades.
Acceso a Financiamiento: Muchos inversionistas y entidades financieras favorecen a las empresas socialmente responsables, lo que puede facilitar el acceso a financiamiento y reducir los costos de capital.
Reducción de Riesgos: La gestión responsable puede mitigar riesgos legales, ambientales y sociales, protegiendo a la empresa de posibles crisis reputacionales y financieras.