Encontrar soluciones tecnológicas que permitan reducir costos y mejorar la competitividad, son algunos de los retos para las empresas del sector.
Verónica Muriel C.
El primer semestre del 2024 la construcción está encarando una desaceleración de sus actividades, así como la mayoría de los sectores productivos, industriales, comerciales, que se han visto afectados por la crisis económica, de acuerdo con Javier Arze Justiniano, gerente general de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz). La escasez de dólares tiene un efecto significativo y en espiral, considerando que gran parte de los insumos y materiales utilizados en los distintos procesos constructivos son importados, de acuerdo con el ejecutivo.
“Esta situación está provocando el incremento en los precios y costos finales de las obras y al continuar sin solución, en varios casos está causando la postergación de nuevos proyectos y la semiparalización o demoras en otros, principalmente en las obras públicas, factores que a su vez se traducen en problemas de liquidez para las empresas y en la reducción de las fuentes de trabajo”, lamentó Arze.
Se debe considerar que el efecto sobre el incremento en costos depende de la estructura de costos de cada empresa y también de cada proyecto. Sin embargo, por ejemplo en la construcción de un edificio de departamentos alrededor del 60% son materiales de construcción, de los cuales el 90% al menos está afectado por la necesidad de importación de productos, dependiendo de la variación cambiaria del momento, el efecto sobre el incremento en costos oscila entre el 28 y 33%, de acuerdo a los análisis del Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED) de Cadecocruz.
Al respecto, Raúl Solares, presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), indicó que hacer transferencias internacionales en dólares es muy complicado. “Hoy en día se están haciendo en euros e independientemente de los costos que representa hacer estas transferencias también están los tiempos, los cuales se han prolongado mucho más, provocando que haya carencia de materiales de importación y que lleguen en tiempos muy dilatados, lo cual perjudica el normal desarrollo de las obras”, dijo el líder de los constructores bolivianos.
Adicionalmente a la escasez de dólares y de diésel, que derivan en el incremento de costos y retrasos en la ejecución de obras, está el clima de incertidumbre económica generalizada, que no permite generar un ambiente de confian za para la inversión y consumo. Se suma la inseguridad jurídica y los constantes conflictos socio políticos que impiden prever y planificar el futuro con cierto nivel de garantía, según Arze.
Por el retraso en los pagos a las empresas, principalmente por parte de las entidades públicas y la postergación o desaceleración en algunas obras privadas, ha empezado a ocurrir una afectación en la cadena de pagos, extendiéndose más de lo que financieramente muchas empresas se encuentran en posibilidad de sostener.
AUMENTA VENTA DE CEMENTO MIENTRAS PERMISOS DE CONSTRUCCIÓN CAEN UN 30%
Los indicadores que se observan constantemente en el sector para evaluar la situación y tendencias, son el PIB del sector de la construcción, así como los permisos de construcción, la producción y venta de cemento.
En relación a los datos del cemento, el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra una disminución de la producción del 5,52% comparando los primeros cincos meses de la gestión 2024 con el mismo periodo del 2023.
Sin embargo, paradójicamente en lo que se refiere a consumo y venta en el mismo periodo de análisis, se registra un crecimiento del 4,8%.
En cuanto a los posibles nuevos proyectos constructivos que refleja el indicador de los permisos de construcción a nivel nacional que publica el INE, cuando se compara el primer semestre de 2024 con el primer semestre de 2023, se tiene una reducción que bordea el 30% en permisos de construcción tanto en cantidad o número de permisos como en superficie (metros cuadrados) solicitados. Estos datos reflejan una tendencia a la baja en la actividad.
APOSTAR POR LA SOSTENIBILIDAD Y LA INNOVACIÓN
Ante este panorama surgen desafíos y oportunidades para el sector constructor boliviano. Arze puntualiza que encontrar soluciones tecnológicas que permitan reducir costos y mejorar la competitividad, se destacan entre las oportunidades, al igual que la sostenibilidad y la constante capacitación del talento humano.
“En esta coyuntura se deben transformar las empresas tradicionales en empresas flexibles y adaptables a las variaciones del mercado, la realidad económica y social.
En el ámbito institucional, Cadecocruz gestiona una agenda para la reactivación genuina del sector, presentando propuestas para incrementar las inversiones, aplicar las concesiones, desarrollar proyectos estratégicos de gran impacto económico y social, como el Hub Viru Viru, obras de integración vial, entre otras alternativas.

