
Más de 60 empresas constructoras —30 de ellas afiliadas a Cadecocruz— enfrentan la falta de pagos por parte de la Alcaldía desde hace más de dos años, mientras crece el desempleo y se paralizan al menos 27 obras públicas en Santa Cruz de la Sierra.
La Alcaldía Municipal de Santa Cruz de la Sierra debe aproximadamente Bs 1.000 millones a más de 60 empresas constructoras y de servicio por concepto de planillas impagas, incluso por más de dos años. De esta cifra, más de 30 son asociadas a la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz); muchas por obras ya concluidas y entregadas incluso hace dos años y la mayoría adeudadas por más de un año. En el caso de las empresas no asociadas, igualmente superan las 30.
A decir de Javier Arze, gerente general de Cadecocruz, esta situación además de otros factores adversos como la falta de combustible y de divisas, el incremento de precios de insumos y materiales, entre otros, están impactando en la generación de miles de fuentes de empleo sustentados por la industria de la construcción, que no solo está estancada en su crecimiento, sino que muestra una tendencia a la baja.
Los ejecutivos de la Federación Sindical de Trabajadores en Construcción de Santa Cruz manifestaron que el número de empleos en el sector ha bajado de 40 a 50%, de acuerdo con el último Boletín informativo de Cadecocruz.
En esta coyuntura, la institución que aglutina a las constructoras cruceñas identificó 27 proyectos paralizados, entre obras de infraestructura importantes, trabajos de mantenimiento, entre otros, sin mencionar que la mayoría de las empresas se han visto obligadas a reducir sus planillas de trabajadores.
“La situación se torna todavía más preocupante, porque la mayoría de las deudas acumuladas tampoco están programadas para que se desembolsen durante esta gestión”, lamentó Arze.
En este marco, Cadecocruz recomienda a sus empresas asociadas que no participen en las licitaciones de la Alcaldía Municipal de Santa Cruz de la Sierra por el riesgo que esto implica para las empresas. “Existe un nivel elevado de licitaciones que se declaran desiertas por falta de propuestas. El gobierno autónomo departamental igualmente arrastra una deuda flotante con las empresas constructoras que llegan a 50 millones de bolivianos que data del 2023”, dijo Arze.
LA CONSTRUCCIÓN SE ESTANCA
El sector atraviesa una fase de estancamiento en su crecimiento. Uno de los indicadores que reflejan ésta situación es el declive significativo en el volumen de importaciones destinadas a la construcción: En 2024 se registró una disminución del 50% en comparación con los niveles de 2021. Esta contracción no solo refleja una menor actividad en el mercado, sino que también tiene un impacto directo en la ejecución de obras, tanto en proyectos nuevos como en aquellos en proceso de construcción.
Otro parámetro importante son los permisos de construcción registrados en las ciudades del país y capitales de municipios, que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) tampoco se han incrementado, por el contrario, muestran una tendencia a la baja.
El deterioro de la situación económica ha llevado a que en los últimos años la cantidad de empresas constructoras registradas sea cada vez menor. El 2024 fue el más bajo de los últimos 15 años, con un incremento de solo el 1,9%. Este es solo uno de los indicadores representativos de la crisis que afecta al sector y a la economía en general.