La escasez de dólares está creando limitaciones en la importación de insumos, como aditivos, asfalto y fierro. Expertos proponen medidas.
Verónica Muriel C.
La industria boliviana de la construcción está sufriendo problemas financieros por la falta de dólares en el país, debido a su dependencia de los materiales importados. Y el precio de los principales insumos va en ascenso, con subidas de precio entre un 20 y 30%, esto repercute no solo en los precios de la vivienda, cuando sube el tipo de cambio del dólar también aumentan las tasas de interés, lo que a su vez causa problemas para los inversionistas, posterga proyectos del sector de la construcción, aumenta el nivel de endeudamiento, y retrasa la entrega de obras, de acuerdo con Javier Arze, gerente general de Cadecocruz.
“Estamos en la tormenta perfecta, la situación es crítica”, señaló el ejecutivo, que fue uno de los panelistas de la mesa técnica “¿Cómo afecta la situación actual del dólar a la construcción?”, organizada por la Sociedad de Ingenieros de Bolivia Departamental Santa Cruz, en la que también participaron la presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Claudia Pacheco, el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, Alberto Rendón y el experto Luis Alberto Soliz.
Arze indicó que una casa utiliza entre 200 y 300 ítems para su construcción, de los cuales el 80% es importado. “Ahora ya hemos llegado a un punto donde no estamos pudiendo importar nada y eso va a provocar que (los precios) los encontremos por arriba del 25 por ciento de aumento en los materiales”, dijo.

Para el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, Alberto Rendón, el incremento de los precios de materiales de construcción afecta tanto a los grandes inversionistas como a los pequeños constructores a la hora de conseguir los insumos o invertir en el sector.
Por otra parte, Rendón manifestó su preocupación por la desventaja en la competitividad que pueda tener el empresariado nacional frente a empresas extranjeras que tienen acceso regular a la divisa extranjera.
Un comunicado de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia Departamental Santa Cruz (SIB-SC) señala que el alza de precios en los insumos utilizados en la construcción genera una variación importante en el presupuesto inicial de las obras, que se ven afectadas con el impacto de estos incrementos, generando una desestabilidad que repercute directamente sobre todos los que intervienen en el sector, creando desempleo y agudizando la crisis económica.
¿HAY SOLUCIÓN?
Ante el incremento de precios de insumos en la industria de la construcción que ha generado la falta de divisas en el país, Cadecocruz señala la urgente necesidad de que las autoridades del Gobierno establezcan mesas técnicas de diálogo con los constructores y conozcan sus propuestas que tienen el objetivo de paliar la crisis actual.
El gerente general de Cadecocruz manifestó que la institución tiene propuestas técnicas concretas para enfrentar y paliar la coyuntura de crisis, entre las que se destacan: El reconocimiento por parte de las entidades públicas contratantes del incremento de precios de materiales, como sucede en todos los países; la elaboración de normas que permitan que alrededor de 5.000 millones de dólares ingresen al sistema financiero del país para la construcción sostenible; que el sistema de contrataciones del Estado tenga rango de Ley y no de un Decreto Supremo como sucede actualmente.
Al respecto, la SIB-SC sostiene que se torna necesario un reajuste de precios en las licitaciones en curso, similar al realizado durante el periodo 2008-2009, con un incremento mínimo del 15%, para lo cual se requiere contar con normas nacionales que amparen la modificación de contratos existentes que reflejen los incrementos de costos en las obras y eviten el impacto económico y social que se puede producir si no se toman medidas en este tema.
Para frenar el impacto negativo que está sufriendo la economía nacional y el sector de la construcción, la institución sugiere impulsar la participación de empresas nacionales, brindándoles seguridad jurídica e incentivándolas a invertir, del mismo modo priorizar la contratación de profesionales bolivianos en proyectos de gran envergadura, evitando la fuga de cerebros.
Sugiere también promover la ejecución de proyectos públicos bajo el esquema de alianzas público-privadas, mediante concesiones que permitan al sector privado coadyuvar con recursos, tecnología, innovación y experiencia en la ejecución y puesta en marcha de proyectos de interés público, con la finalidad de disminuir la brecha de infraestructura productiva y social que existe en el territorio, y en consecuencia mejorar la calidad de vida de la población.
Hace hincapié en el apoyo financiero de la banca. Considera que se hace imprescindible facilitar el acceso a financiamiento por parte del sector financiero de la banca nacional, para créditos destinados a la construcción y adquisición de viviendas. Esto permitirá mantener la actividad constructiva y estimular el mercado inmobiliario.
Finalmente, la actualización de legislación referida a la contratación de bienes y servicios, orientada a promover la transparencia y la puntualidad en los pagos, ejerce un impacto positivo en la economía del sector. Esta medida no solo fortalece la confianza en las transacciones comerciales, sino que también ayuda a preservar el valor monetario del boliviano, evitando su depreciación.

