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Sector Inmobiliario, refugio de valor en tiempos de incertidumbre

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Según datos del INE, Bolivia registra hasta noviembre de 2024 una inflación de 8,82%, la más alta de los últimos 17 años, y está cerca de cerrar la gestión con un indicador de dos dígitos.

Verónica Muriel C. 

El 2024 fue un año desafiante, marcado por un entorno económico complejo, por la inestabilidad cambiaria y por un aumento significativo en los costos de construcción debido a la escasez de dólares. Así definen la gestión que se va Juan Pablo Saavedra, presidente de la Cámara Boliviana de Desarrolladores Inmobiliarios (CBDI) y Franz Javier Rivero, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Santa Cruz (Caincruz).

Sin embargo, ambos ejecutivos consideran que el sector inmobiliario reafirmó su importancia como refugio de valor, consolidándose como una de las opciones más seguras y confiables para que los bolivianos protejan sus ahorros e incrementen su patrimonio mediante la inversión en bienes inmuebles.

Para Rivero, el incremento en el Índice de Precios al Consumidor o “impuesto inflacionario” es una de las dificultades más nocivas para la generación de riqueza y la libertad económica de los bolivianos, y los conflictos sociales (en especial los 2 bloqueos nacionales de enero/febrero y octubre de 2024), generaron incertidumbre y desánimo en algunas personas al momento de negociar un trato para la compra de bienes inmuebles comerciales principalmente, y de algunas viviendas. Sin embargo, la compra, venta, alquiler y anticrético de inmuebles se siguen concretando día a día.

“Algunos clientes confirmaron que los bienes inmuebles, principalmente los más comerciales por su precio, ubicación y prestaciones, son interesantes opciones de refugio de capital, por la plusvalía que generan con el paso del tiempo, ya que esta coyuntura, como todo ciclo económico, es temporal y se estima que para el 2026 aproximadamente, podamos estar mejorando las condiciones económicas del país”, sostiene Rivero.

LOS HITOS DEL 2024

Uno de los hitos más relevantes del 2024 en el sector inmobiliario, según Juan Pablo Saavedra, fue la presentación del Índice de Costos de Construcción de Vivienda (ICCCBDI), desarrollado por la Cámara Boliviana de Desarrolladores Inmobiliarios y basado en la metodología del índice de costos de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). Este índice es una herramienta que ofrece datos precisos, permitiendo al sector ajustar precios de manera justa y sostenible, garantizando transparencia y estabilidad en un mercado presionado por factores externos.

Otro hecho relevante fue la realización del primer “Encuentro Nacional por la Vivienda Digna y Sostenible”. En este evento se reunieron actores importantes del sector público y privado para trabajar conjuntamente en reducir el déficit habitacional, que afecta a más de 1.5 millones de familias bolivianas.

Por otra parte, en junio del 2024 Caincruz concluye la etapa de construcción y redacción del Primer Anteproyecto de Norma Boliviana de Calidad de Servicios Inmobiliarios como afiliados a Ibnorca, y también la primera norma de calidad latinoamericana sobre la materia, para que sea una guía de cómo debe trabajar un corredor o asesor inmobiliario. “Dicho anteproyecto de norma fue aprobado en noviembre del 2024 y esperamos que hasta enero del 2025 sea impresa y presentada oficialmente”, anunció Franz Javier Rivero.

FORTALEZAS Y DIFICULTADES DEL SECTOR

A pesar del complejo entorno económico que vive el país, los bolivianos siguen necesitando un lugar para vivir (casas, departamentos, lotes para construir) o un inmueble para trabajar y producir (lotes, locales, oficinas, galpones, etc) porque crecen o se reducen y esas necesidades son atendidas en buena parte por corredores inmobiliarios.

A decir del presidente CBDI, el mercado ofrece soluciones para todo tipo de bolsillo, desde departamentos lujosos para el segmento alto, hasta urbanizaciones con terrenos asequibles, con cuotas de menos de Bs 400 mensuales.

“Los precios de inmuebles han mostrado un incremento, con un mayor impacto en los proyectos nuevos en comparación con los inmuebles de segunda mano. Esta tendencia ha sido impulsada principalmente por el aumento en los costos de materiales importados, y se espera que continúe en el futuro cercano”, advierte al respecto Juan Pablo Saavedra.

La coyuntura económica motivó a que personas de los estratos socioeconómicos medio y alto decidan invertir en inmuebles dentro y fuera del país. De acuerdo con Rivero, entre las inversiones inmobiliarias que mayormente ofrecieron los afiliados a Caincruz están los departamentos en preventa que pueden ser usados para renta corta (por noches a través de algunas plataformas online), o para revenderlos, y también los terrenos en zonas periurbanas y que puedan tener plusvalía en un par de años.

Entre las inversiones fuera del país, el mercado paraguayo ha atraído a bolivianos de los estratos medio-alto y alto, a refugiar sus dólares y a generar rentabilidad en la divisa americana, debido a que no existe escasez de dicha moneda como en el país. Otro mercado más atractivo para esos clientes, pero en menor proporción por sus precios y condiciones es el mercado inmobiliario de la Florida, en EE.UU.

RUMBO AL 2025

Según Rivero, el 2025 será un año más desafiante que el 2024 por ser electoral y por las medidas que está tomando el gobierno nacional, como la limitación de las exportaciones de aceite. “El riesgo país sigue disparándose por medidas desatinadas como esas que limitan el acceso a dólares por criterios ideológicos y políticos que para nada son favorables a la libertad y el desarrollo pleno de los bolivianos. Las esperanzas siempre están presentes, pero el gobierno no ayuda a que los bolivianos las mantengan vivas”, dice el presidente de Caincruz.

A pesar de todo, Rivero considera que el boliviano es resiliente y busca la forma de salir adelante para que sus familias tengan qué comer y prepararse ante escenarios más complejos en el corto y mediano plazo.

“Dios permita que Bolivia tenga un nuevo gobierno en noviembre del 2025, que defienda la libertad, la democracia, la justicia y la igualdad de todos los bolivianos ante la ley”, expresa.

Juan Pablo Saavedra, dice que el 2025 plantea el reto de reencaminar la política nacional de acceso a la vivienda para reducir el déficit habitacional que afecta a más de 1.5 millones de familias bolivianas. “La vivienda es una inversión fundamental para el bienestar de las familias y el crecimiento de la economía nacional. No solo mejora la calidad de vida y brinda seguridad a las familias, sino que también impulsa la economía generando más de 100.000 empleos directos y cerca de 250.000 indirectos”, destaca el ejecutivo.

Además, es un motor clave para la industria nacional, ya que la mayoría de los materiales utilizados en la construcción son producidos localmente. Invertir en vivienda es, por lo tanto, apostar por un futuro más próspero tanto para las familias como para el desarrollo de nuestra industria nacional.

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