Se recomienda que el respirador de protección contra partículas cuente con una eficiencia de filtración de al menos el 95%. Matservice Petróleo busca un adecuado abastecimiento de dichos equipos en apoyo a la industria, las autoridades y la población en general.
Matservice Petróleo en su visión de cuidar la salud y protección de las personas, se suma a los esfuerzos de frenar y contener los contagios de la pandemia que golpea a nivel mundial, exigiendo el máximo desempeño de las empresas en buscar las mejores alternativas.
Es por eso que la empresa toma la decisión de direccionar gran parte de sus recursos y esfuerzos a una de sus cuatro principales divisiones, la división Equipos de Protección Personal y Seguridad (EPPS), que a través de sus tantos años de experiencia ha logrado generar alianzas estratégicas con corporaciones de prestigio mundial, garantizando la provisión de insumos de alta calidad y óptimo rendimiento.
El suministro de barbijos no es ajeno a la empresa, pues actualmente trabaja en una serie de estrategias en búsqueda de mantener un adecuado abastecimiento de dichos equipos, en apoyo a la industria, las autoridades y la población en general.
Tener conocimiento en relación a los distintos tipos de mascarilla es de vital importancia para poder realizar la elección de aquella que más se ajuste a las necesidades, por lo cual de manera general y tomando como base la capacidad que tienen para proteger a la población de propagación de agentes patógenos mediante la transmisión aérea, existen tres principales tipos de mascarillas.
Las primeras son normalmente conocidas como mascarillas higiénicas, las cuales no están específicamente diseñadas para proteger al usuario de ningún riesgo, tiene una eficacia muy limitada en la prevención del contagio por el usuario y no son recomendadas para situaciones que impliquen exposición a agentes peligrosos .
Las segundas son aquellas denominadas quirúrgicas, las cuales son utilizadas como su nombre lo sugieren en cirugías y otros procedimientos clínicos. Estas reducen el riesgo de transmisión de agentes infecciosos, protegiendo a las personas que interactúan con aquella que la lleva puesta, pero no son efectivas para prevenir el contagio hacia la misma en caso de que esta no se encuentre infectada.
Finalmente, el tercer tipo hace referencia a las mascarillas denominadas auto-filtrantes, las cuales se encuentran constituidas por un filtro de micro-partículas, protegiendo al usuario que la lleva puesta, de la inhalación particular de agentes patógenos y al mismo tiempo a las personas que la rodean.
Las mascarillas auto-filtrantes se consideran Equipos de Protección Personal (EPP), por tanto, se encuentran reguladas por normativas de carácter internacional.
Es importante destacar que la utilización racional, correcta y coherente de mascarillas es fundamental para reducir la propagación de agente patógenos, pero también lo es la correcta selección de la misma.
Por lo tanto, para poder realizar una elección adecuada en materia de protección respiratoria es imprescindible tomar como guía principal las distintas normativas técnicas existentes a nivel internacional, las cuales son obtenidas a través de diversos procesos de certificación o aprobación, mediante los cuales se especifican una serie de propiedades físicas y prestaciones que aseguran un adecuado grado de protección y eficiencia.
Asimismo, se recomienda que el respirador de protección contra partículas cuente con una eficiencia de filtración de al menos el 95%.
Para asegurar que cumpla con tal característica, las mascarillas deberán contar con al menos una certificación de peso, de carácter internacional como ser N95 (certificado del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo de los Estados Unidos (NIOSH)), FFP2 (norma de la Unión Europea (UE)), KN95 (normativa China basada principalmente en estándares estadounidenses), o equivalente.
