Scroll Top

Edificio de oficinas sin ventanas

22644

En 1936, Frank Lloyd Wright tenía setenta años de edad. Prácticamente retirado en su casa-estudio de Taliesin, necesitaba dinero tras varios años de inactividad. Un joven de 35 años lo buscó para desarrollar una de sus obras maestras: el edificio Johnson.

Herbert “Hib” Johnson, director de Johnson, empresa que actualmente sigue vendiendo productos de limpieza para el hogar, quería modernizar la imagen del negocio y pensó en Frank Lloyd Wright para llevar a cabo su sueño.

Tras no pocos problemas, y aceptar a regañadientes las ideas innovadores de Wright, el resultado es un edificio que nos sigue maravillando hoy en día por el manejo de la luz, los materiales y su arquitectura orgánica al servicio del hombre.