A pesar de la nueva normalidad impuesta por la pandemia del covid, la evolución de los edificios ecosostenibles en la capital cruceña ha sido muy buena, sin embargo aún tiene pendiente el gran desafío de incursionar en la vivienda social, pues las personas de esos estratos sociales podrán aprovechar en su real dimensión, pues podrán aprovechar las ventajas en ahorro que ofrecen.
Arturo Martínez
Los constructores cada vez más se esfuerzan por implementar medidas de eficiencia, mientras que el consumidor final ha entendido los beneficios que otorgan en ahorro de agua y energía eléctrica. “Finalmente, algo que yo creo que va a ser la etapa decisiva para el mercado boliviano es que estas infraestructuras no se queden solamente para un público clase media-alta, alta, un activo Premium, sino más bien que aterricen a las clases sociales y en todo caso a la vivienda social, porque con la vivienda social estos estratos sociales son más beneficiados con ese tipo de ahorro, de impacto”, dijo Daniel Montenegro, consultor de Infraestructura Sostenible del PNUD Bolivia (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo).
Si se analiza la cadena productiva de todo ese proceso para esa infraestructura entregada por el Gobierno, también tiene un impacto positivo en los costos del mismo gobierno en cuanto a la generación de energía y la habilitación de agua potable.
Montenegro considera que por el momento se encara un proceso de escalada. “Yo creo que va a llevar de 3 a 5 años para que podamos ver volúmenes masivos de proyectos, pero sin duda la tendencia es al alza tanto en Santa Cruz, en La Paz y Cochabamba. En Cochabamba hay un proyecto entiendo público que está en vistas de certificarse, entonces son avances muy significativos”, añadió.
¿Edificios sostenibles? Sí, son aquellos que generan un impacto medioambiental positivo en su entorno. Es decir, buscan mejorar la calidad de vida de la ubicación en la que se edifican.
“Yo creo que va a llevar de 3 a 5 años para que podamos ver volúmenes masivos de proyectos, pero sin duda la tendencia es al alza tanto en Santa Cruz, en La Paz y Cochabamba. En Cochabamba hay un proyecto entiendo público que está en vistas de certificarse, entonces son avances muy significativos”.
Daniel Montenegro, consultor de Infraestructura Sostenible, PNUD BOLIVIA
Sus características varían bastante y dependen del estándar que uno utilice para implementar estas medidas que pueden ir en el eje de la eficiencia de energía, en temas de medidas pasivas que van desde el diseño: pinturas, reflectantes y otras; hasta medidas activas que pueden ser el uso de tecnología, es decir aires acondicionados eficientes, sistemas de climatización smart, entre otros. En el eje de la eficiencia de agua, como grifos y sanitarios de bajo consumo, entre otros y todo enmarcado en el esfuerzo de la descarbonización, en el que se busca que los materiales que se utilicen en todo el proceso constructivo no generen en el proceso de su fabricación demasiadas emisiones de CO2 y que siga alimentando a toda esa carga que genera todos los problemas climáticos a nivel mundial.
La vegetación tiene un papel fundamental en la arquitectura sostenible, más allá del valor estético por la que se le aprecia. En el diseño bioclimático, la vegetación suele emplearse como elemento de protección solar o de aislamiento térmico.
Las plantas son capaces de regular su temperatura mediante sus procesos biológicos. Las especies vegetales pueden amortiguar las oscilaciones térmicas diarias, ya que son capaces de disminuir las máximas estivales e incrementar las mínimas invernales. “Bastante, por ejemplo en cuanto a la oxigenación, oxigena a una persona durante un año un metro cuadrado de nuestras plantas, eso es bastante. Absorbe el dióxido de carbono hasta tres kilos al año, solo un metro cuadrado, y en cuestión de temperatura baja hasta tres grados, entonces eso significa que obviamente externamente eso va a permitir de que las islas de calor vayan disminuyendo, vaya teniendo un ambiente mucho más agradable y dentro de los inmuebles vaya evitando el consumo de aires acondicionados, entonces tiene bastantes beneficios además el tema de la lluvia de la recolección, la forma en que son cuidadas esas plantas y la cantidad de plantas que entran en ese metro cuadrado, entonces es ganar”, explicó Claudia Jauregui, propietaria de la empresa Jardín Exótico.
Ella formó parte de la Mesa de Ciudades Sostenibles del pacto Global, donde participaron empresas que trabajan con desarrollo sostenible. Se trabajó en pos de un desarrollo sostenible.
Jauregui promueve los Jardines Sostenibles, que tienen una característica muy importante, permiten que el cliente pueda tener mayor independencia. La libertad es avalada por la tecnología, la forma como se realizan los Jardines Verticales, con placas antihumedad que permite dar seguridad de que la pared va a estar completamente seca sin ningún deterioro; permite la sostenibilidad, que dure durante muchos años. En su implementación se usan placas ecológicas, un sistema de riego automático, lo que posibilita que la persona pueda viajar, trabajar, o ausentarse el día entero sin que sus plantas se mueran.
Claudia Jauregui, propietaria de la empresa Jardín Exótico, muestra un jardín vertical
El marco normativo en Bolivia está en evolución, aún hay mucho que trabajar. Este año hay un nuevo marco que es de los bonos temáticos a los que aún le falta bastante regulación para que pueda ser efectivo, sin embargo, todavía falta un marco que rinda mayores incentivos y que también se cuantifique en el riesgo de los proyectos, los beneficios positivos que trae este tipo de edificación. Es decir, que el desarrollador o empresario que se acerque a su entidad financiera favorita tenga un trato especial, ya sea desde el proceso burocrático que pueda representar el crédito, una tasa preferencial y también asistencias técnicas para transformar su modelo de negocio.
Si se considera edificios de gran escala, Ambassador fue uno de los primeros ecosostenibles en la capital cruceña, porque implementó bastantes medidas de eficiencia en su construcción, otro fue Manzana 40. Sin embargo, hay varios edificios también de menor escala que han sido beneficiados del artículo de incentivo a las construcciones ecosostenibles en el municipio de Santa Cruz de la Sierra, especialmente en unidades habitacionales de monoplazas. Entre las nuevas edificaciones están Artemisa Las Palmas de la Constructora Apolo, que ya va por la tercera losa, alistando las columnas para recibir la cuarta en el barrio Las Palmas; y las tres torres de Nano Tec de Smart Studio en Equipetrol.
La estructura, ubicada en el corazón de la zona exclusiva cruceña, está pensada en el nativo tecnológico, la persona que se siente y vive conectada, que tiene una aplicación para cada situación y que ha encontrado en la tecnología su aliado y asistente perfecto. Entre sus amenidades están: Smart Lobby, Netflix Room, Black Led Pool, I Mac Lounge, High Tech Kitchen, VR Room y Sky Fusion Grill. Nano Tec está compuesto por: Smart Studio de 36 metros cuadrados (m2); Smart Suites de 44 y 52; Smart Share de 65 m2. De ellos solo queda el último studio de 33 m2 con un valor de $us 57.900 y una Suite, de 36 m2 en $us 62.900.
La propuesta cada vez es más variada en el objetivo de obtener un espacio que ahorre energía y sobre todo contribuya al cuidado del medio ambiente.
