Hace más de 15 años, productos alternativos e innovadores a los utilizados en el sistema tradicional de la construcción captaban la atención del ingeniero civil Orlando Lizarazu, quien junto a su hijo José funda Silex Santivañez en Cochabamba para producir inicialmente “cemento cola”, en una época en la que los constructores utilizaban la mezcla tradicional para la fijación de cerámica y azulejos.
La innovación que marcó los inicios de su emprendimiento lo sigue acompañando, pues posteriormente produce adhesivo para porcelanato y “pegaladrillo”, un mortero predosificado de cemento que sirve para el asentamiento de ladrillos de todo tipo y bloques de cemento, reemplazando la tradicional mezcla de cemento, arena y grava para las paredes. El producto viene en bolsas de 20 kilogramos y rinde hasta 10 metros cuadrados.
Entre las ventajas del pegaladrillo, Lizarazu destaca que es un producto económico, solo requiere agua, es fácil de aplicar, obtiene un menor peso estructural, es amigable con el medio ambiente, no genera escombros ni desperdicios, su adherencia es tres veces mayor que la del mortero normal, reduce el tiempo de construcción y la mano de obra.
El producto ha tenido muy buena aceptación en Santa Cruz y La Paz, tanto así que la empresa cuenta con un distribuidor en la sede de Gobierno y busca otro para el departamento cruceño. El pegaladrillo ha sido utilizado en la construcción de edificios particulares en Cochabamba y en Santa Cruz, así como en el hospital de Tercer Nivel en Villa Tunari.
Actualmente la planta de la empresa se encuentra en el kilómetro 11,5 de la Avenida Blanco Galindo, en Quillacollo (Cochabamba), aunque Lizarazu proyecta trasladarla a instalaciones más amplias en Sipe Sipe.
