Un informe actualizado del CEED de Cadecocruz, en base a información oficial, muestra proyecciones seriamente negativas para el sector.
La desaceleración que atravesaba el sector de la construcción y la llegada de la pandemia han tenido fuertes consecuencias sobre la actividad, que muestra proyecciones seriamente negativas. El Centro de Estudios Económicos y Desarrollo de Cadecocruz (CEED) prevé una caída del -18,63% del PIB de la construcción en Bolivia para este año, indicador que puede cambiar según la evolución de las variables macroeconómicas.
Esta proyección del CEED fue realizada en base a información oficial del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas sobre la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) y la ejecución de la inversión pública que se ejecutaría hasta el 31 de diciembre de 2020.
Asimismo, el CEED proyecta para el 2021 un crecimiento de 1,01% para el sector constructor del país. La previsión resulta del estudio del Presupuesto General del Estado para el 2021 y el cuadro macroeconómico presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas, que prevé un crecimiento económico del 4,2% y una inversión pública de $us 3.441 millones.
El reporte del CEED muestra que en lo que va del año la construcción es la segunda actividad económica más afectada por la crisis económica (después de la producción de minerales) y registra una caída de -31,23% hasta julio de 2020. Los datos corresponden al Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) del INE.
El informe actualizado del CEED sobre la situación del sector constructor en Bolivia, se basa en información oficial disponible en organismos del Estado. Los principales parámetros son los permisos de construcción, el consumo de cemento y el empleo.
PERMISOS DE CONSTRUCCIÓN
Los permisos de construcción que se tramitan ante los Gobiernos Municipales son un indicador de la evolución y las perspectivas de mediano plazo del sector, pues marcan la tendencia inmediata de los nuevos proyectos a ejecutarse.
El INE ofrece esta información en base a los registros administrativos de los diferentes Gobiernos Municipales del país. Este 2020 se tiene información oficial hasta el mes de agosto. El 2019 este indicador mostró una leve recuperación de los metros cuadrados (m2) autorizados en los permisos de construcción aprobados, tras el 2017 y 2018 en que disminuyeron, y volvió a superar la barrera de los 2 millones de m2 en territorio nacional.
Sin embargo, el 2020 presenta un descenso importante en los metros cuadrados autorizados, que ascendieron sólo a 649.664 m2, fundamentalmente debido a la crisis generada por la llegada del Covid-19 a Bolivia en marzo, que obligó a establecer una cuarentena rígida entre el 22 de marzo y el 11 de mayo. Este volumen representa un bajón del 68,90% con respecto al 2019. La crisis en la que se encuentra el sector constructor fue agravada por la pandemia, aunque la tendencia a la desaceleración comenzó el 2017. En enero y febrero de esta gestión, los metros cuadrados autorizados para construir bajaron en 34,44% y 21,31% respectivamente y todos los meses del 2020 registran valores inferiores a los del 2019.
MENOR DEMANDA DE CEMENTO
Para el período enero-agosto de 2020, según datos del INE, las ventas de cemento en Bolivia alcanzaron las 1.640.378 toneladas métricas, esto es un 36,08% menos que el mismo período del 2019, cuando llegaron a 2.566.319 toneladas métricas.
El descenso en la comercialización obedece principalmente a la afectación que sufrió la construcción por la crisis del Covid-19 y que agravó la tendencia a la desaceleración que comenzó a evidenciarse el 2017. Igualmente, el reporte del CEED hace notar que en los meses previos a la pandemia (enero y febrero de 2020), ya se registraba un bajón en la venta de cemento del 10,18% y 11,34%, respectivamente.
BAJA EL NIVEL DE OCUPACIÓN
Según la Encuenta Continua de Empleo (ECE) que elabora el INE, hasta el 30 de junio de este año el número de ocupados dedicados a la construcción fue de 287.000 personas, número inferior en 17% al registrado el mismo período del 2019, cuando los empleos en el sector llegaron a 347.000, considerando solo las zonas urbanas. El dato de este año es el peor de toda la serie, inferior en 40.000 personas sobre el nivel de ocupación en la construcción del 2016.
