El departamento genera el 34,6% del PIB de Bolivia. La expansión de la ciudad ha permitido el desarrollo de modernos complejos habitacionales, centros comerciales, y edificaciones de gran escala.
Verónica Muriel C.
Durante los años de bonanza económica, comprendidos entre 2010 y 2018, impulsados por los altos precios y las políticas de expansión crediticia e inversión pública, el sector de la construcción de Santa Cruz experimentó un crecimiento importante que se reflejó en nuevos edificios, urbanizaciones y obras de infraestructura que se levantaron a un ritmo acelerado, transformando la imagen urbanística de la ciudad y generando miles de empleos, sostiene el Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED) de Cadecocruz en un informe especial.
La caída de los precios y el cambio en el contexto económico global provocaron una desaceleración en la economía boliviana, lo que a su vez impactó en la industria de la construcción. “A pesar de este escenario complejo, el sector en Santa Cruz ha demostrado una notable resiliencia para adaptarse a las nuevas condiciones con una búsqueda constante de alternativas y opciones para mantener el ritmo de crecimiento”, indica el reporte del CEED.
Uno de los principales factores que ha impulsado este crecimiento es la expansión urbana acelerada. “El aumento de la población en Santa Cruz ha generado una mayor demanda de viviendas, infraestructuras y servicios. Además, la inversión en proyectos inmobiliarios y el crecimiento del sector empresarial han contribuido al dinamismo de la construcción”, expresa Jorge Franco, presidente de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia Departamental Santa Cruz (SIB Santa Cruz).
A decir del ejecutivo, este desarrollo ha impactado positivamente en la economía local, creando empleos directos e indirectos, siendo el mayor contratante en un gran porcentaje de mano de obra directa no calificada y así dinamizando sectores relacionados como el comercio de materiales y el transporte, posicionando a Santa Cruz como un referente económico en Bolivia.
TENDENCIA A LA BAJA
En cuanto a los posibles nuevos proyectos constructivos que refleja el indicador de los permisos de construcción a nivel nacional que publica el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cuando se compara el primer semestre de 2024 con el primer semestre de 2023, se tiene una reducción que bordea el 30% en permisos de construcción tanto en cantidad o número de permisos como en superficie (metros cuadrados) solicitados. Estos datos reflejan una tendencia a la baja en la actividad.
CONSUMO DE CEMENTO REGISTRA CRECIMIENTO
Los datos del cemento del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran una disminución de la producción del 5,52% comparando los primeros cincos meses de la gestión 2024 con el mismo periodo del 2023.
Sin embargo, en lo que se refiere a consumo y venta en el mismo periodo de análisis, se registra un crecimiento del 4,8%.
INFRAESTRUCTURA INSUFICIENTE
A pesar de su crecimiento, la capital cruceña enfrenta desafíos en cuanto a infraestructura pública. Al respecto, el presidente de la SIB Santa Cruz refiere que es esencial implementar una planificación urbana más rigurosa y a largo plazo, que no actúe solo por direccionamiento político sino técnico.
“Esto incluye la creación de políticas que regulen el crecimiento desordenado, el desarrollo de sistemas de transporte eficientes, y la mejora de servicios básicos como el agua y la energía. Es crucial la colaboración entre el sector público y privado de manera más directa, dado que los recursos han disminuido bastante de un tiempo a esta parte, además de promover la adopción de prácticas sostenibles en la construcción, como el uso de tecnologías que reduzcan el impacto ambiental”, pondera.
Por otra parte, destaca que Santa Cruz ha comenzado a incorporar nuevas tecnologías en algunos proyectos, como el uso de materiales más eficientes, energías alternativas y prácticas de construcción ecológica. No obstante, “para fomentar aún más esta tendencia, es necesario incentivar la investigación y el desarrollo de tecnologías locales, además de promover normativas que favorezcan la construcción sostenible. También sería beneficioso impulsar la capacitación de los profesionales en nuevas técnicas y materiales ecológicos”.